miércoles, 10 de diciembre de 2008

KHISHKA, EL ANCIANO

(La única ley: fluir…)

El anciano Khishka, tras quedar viudo a sus noventa años, se casó con una joven de diecinueve años. Tenía un hijo de sesenta y cinco años, y otro de cincuenta.

Los hijos le dijeron, al saber que su padre tenía la intención de casarse:

- Ya no es tiempo de casarse. Para ti el tiempo ha pasado. Deberías dedicar el resto del tiempo que te queda a Dios y rezarle para que tengas buena muerte. No nos hagas quedar mal ante la gente. Todos se van ha reír de nosotros.

El contestó:

- No es cosa de ustedes que vuelva o no a casarme. Me he enamorado de ella y me voy a casar. Además, se sorprenderán, ella está muy de acuerdo.

Y se casó. Y su médico, enterado del asunto, le propuso:

- Está bien que te hayas casado… pero es muy peligroso a tu edad. Por eso sería mejor que te consigas un huésped joven para que se ocupe de tu esposa.

Casualmente, después de nueve meses, el anciano y su médico, se encontraron en el mercado haciendo compras. El médico le preguntó:

- ¿Cómo van las cosas?

Khishka le contestó:

- ¡Una maravilla…! Justo ayer acaba de nacer mi tercer hijo. Y hoy vine a comprarle unas sorpresas para mi esposa por haberme dado un hijo más.

El doctor, admiradísimo, preguntó:

- ¿Y qué pasó con el huésped?

El anciano contestó:

- Ella también está embarazada. Va por el sexto mes.

¡Esa es vida! Por eso mi única recomendación es que fluyas en el río de la vida. No luches contra ella. Fluye… fluye… fluye… Esa es la única ley natural y existencial. Tu vida será total, natural, sin religión, sin Dios, sin diablo, sin líderes religiosos. Tu única religión será fluir en el río de la vida. Y no habrá quien te explote imponiéndote toda clase de miedos y mentiras; no habrá quien destruya tu inteligencia; y no habrá quien te vuelva patológico y enfermizo.

Si fluyes… fluyes… y fluyes… vivirás, como dicen los científicos, por lo menos trescientos años. Tu cuerpo está capacitado para vivir tantos años. ¡Imagínate! La vida se reduce a setenta y cinco años a causa de que el ser humano ha aprendido a luchar contra la naturaleza o por que se ha vuelto demasiado artificial. Ha olvidado su naturaleza y se ha alejado de su origen. Está despistado. Por eso te lo repito: ¡fluye… fluye… y fluye…! Y fluir es la única ley natural que existe.


Khishka
Testigo ambulante

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