sábado, 5 de noviembre de 2011

Resumen de Ami, La Criatura de las Estrellas

De Enrrique Barrios

ADVERTENCIA: Aquí os traigo un resumen de 'Ami, la criatura de las estrellas' que recibí por correo. Y al final del resumen puedes descargalo gratis todo el paquete, si te ha gustado. 

Un ‘niño’, Ami, es un pequeño extraterrestre que viene de un mundo superior al nuestro, a la tierra a enseñarnos nada menos que la ‘Ley Fundamental del Universo’, secreto cósmico que ignoramos en la tierra, y por eso en nuestro planeta hay guerras e infelicidad.

CAPÍTULO 1




Al llegar Ami a la tierra conoce a Pedrito, un niño de 11 años terrícola, al cual invita a conocer y comunicar, cómo se vive en planetas más avanzados, un mundo evolucionado.


Para que la lección no sea olvidada, lo lleva en su nave espacial a visitar el maravilloso mundo del planeta OFIR, en donde no existen las guerras, la violencia ni las injusticias, porque allá, igual que en todos los mundos evolucionados (el nuestro no lo es) se vive de acuerdo a la ‘Ley Fundamental del Universo’, cuyos habitantes si conocen y practican esa ley y por lo tanto viven en armonía.

CAPÍTULO 2




Cosa que el pequeño Ami no le revela a Pedrito sino bastante entrada la lectura del libro.


El niño espacial afirma que no es imposible realizar un Ofir en la tierra, y que además es urgente que lo intentemos para evitar nuestra propia destrucción. De allí surge una misión para Pedrito... escribir todo lo que vio y aprendió de este encuentro con Ami, haciéndolo parecer un cuento.


Pedrito nos revela su cuento de la siguiente manera:


Mi nombre es Pedrito X. La equis significa ‘misterio’, porque no puedo revelar mi apellido. Ya sabrán la razón.
Soy un niño, estudiante y soltero; sin embargo, escribí un libro que se hizo muy popular. Se titula ‘Ami, el niño de las estrellas’. Bueno, yo se lo dicté a un primo aficionado a la literatura: Víctor. El lo escribió. Víctor opina que mi relato es una tontería, una fantasía para niños.


Siempre quiere saber cómo imagino yo los mundos o las personas extraterrestres. Le respondo contándole lo que he visto, no lo que imagino. El piensa que mi relato no es real, que todo lo inventé. Dice que tengo mucha facilidad para idear historias: sin embargo, lo que cuento en "Ami" no tiene un pelo de fantasía.


Ami existe. Es un amigo mío, un visitante de otro mundo.


Apareció en una playa solitaria al caer la tarde, cuando el verano terminaba. Podía adivinar mis pensamientos, planear como una gaviota y también hipnotizar a los adultos. Parecía no tener más de ocho años, sin embargo manejaba un "ovni" y era capaz de construir aparatos mucho más complicados que un televisor. Dijo ser una especie de mensajero o maestro. Tal vez era un adulto, pero con apariencia y corazón de niño.


En su vehículo espacial me llevó en sólo pocos minutos a conocer varios países de la Tierra. Después fuimos a la Luna. No me gustó: Demasiado árida, el cielo se veía negro.


En cambio Ami disfrutaba mirando la luna o cualquier cosa. Ami se regocijaba con todo; nada le disgustaba, excepto comer carne. Sentía lástima por los animalitos.


Más tarde me llevó a un mundo hermoso que se llamaba Ofir. Mejor dicho, se llama Ofir, porque existe, es real. Está cerca de una estrella roja: un sol cuatrocientas veces más grande que el nuestro.


Allá no se conoce el dinero. Todos toman según su necesidad y aportan según su conciencia y buena voluntad. Como no hay personas deshonestas, no es necesario que exista policía, candados, cadenas, muros, alambradas, rejas o cerraduras; por eso mismo no se complican con documentos. No están divididos por países; Ofir es una sola nación de hermanos, y como son hermanos, no existen los ejércitos ni la guerra. Tampoco están divididos por religiones. Consideran que Dios es amor. Eso es todo. Viven procurando hacer el bien y superándose cada día, pero también se divierten mucho en forma sana. Allá todo es libre nada obligatorio.


Ami dijo que la Tierra podría vivir así. Para eso es necesario que todos conozcan lo que él vino a revelar, es decir, que el amor es la Ley fundamental del universo. Con eso bien claro en todos los corazones, lo demás se dará muy fácil. También dijo que si no lo hacemos, vamos a destruirnos irremediablemente, porque mucho nivel científico y poco amor en las personas es la fórmula ideal para que un mundo se auto elimine. Eso es lo que está ocurriendo en la Tierra. Es que no somos civilizados.


Según Ami, civilizados son los mundos que cumplen con tres requisitos básicos: Deben conocer que el amor es la Ley fundamental del universo.


Deben dejar de estar divididos por fronteras y formar un solo pueblo de hermanos. El amor debe ser el fundamento de toda la organización mundial.


Ami usó el ejemplo de una familia para explicarme ese último punto. Las familias comparten todo con cariño, porque las une el amor. Dijo que todos los mundos civilizados viven de esa manera.


Me pidió que escribiese un libro relatando todo lo que viví y conocí a su lado. Dijo que debería hacerlo como si se tratase de un cuento, y no como lo que es: una realidad; por eso dije que lo relatado en ‘Ami’ es un cuento. A propósito. Lo repito ahora: jamás he conocido
a ningún extraterrestre. Tampoco he viajado a un mundo superior. Todo este relato es también producto de mi fantasía...

Descarga gratis este resumen, más el resumen de los capítulos 1-4, el libro completo, grabación de la primera parte en mp3. Click Aquí: http://depositfiles.com/files/ing3l6u6z

CAPÍTULO 3




CAPÍTULO 4




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miércoles, 5 de octubre de 2011

Matrimonios Fugaces


 

Matrimonios fugaces y divorcios engorrosos son la otra cara del susodicho: ‘matrimonios para toda la vida’, en nombre del amor. El ser humano de hoy ya no es un niño como para creerse un cuento, por ejemplo, la del Príncipe Azul. El hombre actual es un poco más crecido, maduro, adulto y científico. 

Es verdad que los ‘matrimonios para toda la vida’ fueron hermosos, aunque esto lo fue y lo es desde un punto de vista más teórico que realmente; sin embargo lo que se aprobó en México es una verdadera revolución por ser un paso más a favor de la naturaleza.

Una joven me contó brevemente la siguiente anécdota: 

Erase un muchacho que preguntó a una joven:

- ¿Quieres casarte conmigo?

La muchacha contestó rotundamente:

- ¡No!

Y la joven, a partir de ese momento, vivió feliz, sin preocupaciones, sin molestias, ni nada. Vivió dándose todos los gustos, haciendo cosas con sus amigas, gastando su dinero en sus mejores vanidades, etc.

Después de contarme la anécdota, argumentó:

- El problema es que desde pequeñas NO NOS CONTABAN ESTOS CUENTOS… Y NOS JODIERON LA VIDA CON EL CUENTO ESE DEL PRÍNCIPE AZÚL….!

Matrimonios fugaces y divorcios engorrosos es más o menos un mirar hacia lo que venimos haciendo los humanos, durante muchos años, en cuestión de nuestras relaciones sexuales naturales.

Se ha querido privatizar la vida sexual a un recinto cerrado como el matrimonio que, muy bien, retraduce el siguiente epitafio: ‘Condenados al amor’. Pero muy bien sabemos que el amor es siempre fugaz por naturaleza, no es eterno pues, si no lo fuera, no tendría sentido. El amor se experimenta solo por unos momentos y luego se va, porque así lo es. Un marido que vive con la misma esposa, durante mucho tiempo, siempre acabará odiando a su consorte. ¿Por qué? Porque se debe a la naturaleza del amor. Que el amor sea para toda la vida, o eterno, es un simple mito o un hermoso cuento.

Por eso México, en cuanto a la aprobación de un matrimonio renovable, por dos años, es una verdadera revolución. Es cierto que causará estupor en mucha gente pero, así como a toda la raza humana le ha costado acostumbrarse a los ‘matrimonios para toda la vida’, así también nos costará mentalizarnos para aceptar el matrimonio por solo dos años… Quizá nos cueste menos porque, la gente de hoy, es un poco más madura de cuando el ser humano era infante y se casaba para toda la vida.

Bien por el código civil de México, cuyos legisladores debieron de observar muy bien la naturaleza humanas. Bien por ellos. Todo este fenómeno debería ser motivo de bienaventuranza y alegría para toda la raza humana. Textualmente, con respecto a ello, la propuesta madura y flexible cantaba: “la propuesta es que (el matrimonio) tenga una vigencia de dos años, y si al término de dos años la relación no es estable, la relación no es armoniosa, simplemente termina su vigencia”. Asimismo, en cuanto a los divorcios engorrosos se decía: “No se pasaría por este trámite tan tortuoso que es justamente el trámite del Divorcio”. Y esto que se propuso, fue aprobado.

Todo ello causará críticas, reacciones de distinto índole, vociferaciones, en algunos casos como en éste congratulaciones a la madurez humana, etc. Eso no importa, lo que importa es que la comprensión humana seguirá aumentando y gracias a ella nos iremos deshaciendo de las cosas superfluas que no sabíamos por qué veníamos haciendo.

Ohslho

jueves, 15 de septiembre de 2011

Mochita y Chingolo II


(Historia de amor)

La calle estaba oscura y, Chingolo, como en sus noches de bohemio, intentó acercarse a una simpática muchacha que, de casualidad, iba por el andén. Había llegado el momento oportuno de conquistar la niña de sus sueños, pero al verla tan cerca se le desvaneció las ganas, incluso, de dirigirle una sola palabra.
Mochita iba apresuradamente y, para la buena suerte del muchacho, padeció una mala pisada debido al empedrado tortuoso de la travesía. Ella cayó dolorida y sus zapatillas, que cubrían sus delicados pies, se rompieron. Entonces se detuvo y, para el muchacho, había llegado la ocasión de acercársele.

Cuando el muchacho accedió al lugar se limitó a decir:

- ¡Buena Mosa! ¡Hermosa como la luna! Permíteme socorrerla. ¿Está usted tan ocupada en sus zapatillas? Pues aquí llegó un zapatero. ¡Déjeme ayudarla!

Ella, que llevaba cubierto el rostro, sollozó diciendo:

- ¿Quién es usted?

Chingolo contestó:

- ¡Eso no importa! Ahora es el momento de arreglar sus zapatillas. Tienes que caminar mucho. La noche se nos viene encima.

El joven afanosamente se las arregló con las zapatillas y ella, viendo que sus actitudes pareciéronle familiares, intervino:

- ¿Ud. conoce mi casa?

El contestó:

- Por su puesto. Es usted la buena moza que cuida a una viejecita cual si fuera su propia niña, ¿verdad?

Ella asintió:

- Sí, es verdad.

Los ojos de la moza nunca habían brillado tanto como esa noche. Las miradas se volvieron tan significativas para ambos y la vida comenzaba a florecer. Los sentimientos se entrecruzaban, no hubo más palabras, solo miradas. La luna sonreía y comenzaba a cubrirse con su manto oscuro.

Empezó la caminata. Irrumpieron las risas, iban y venían, de un lado para otro, otra vez las miradas, luego las lágrimas, nuevamente las risas, parecían dos chiquillos jugando sin ton ni son.

Después de un relajado caminar, ella, tomó la mano del muchacho, la apretó. ‘No es fantasía, es real’ –suspiró–. Un fuego devorador encendió la mecha de los corazones, y su calor se apoderó de sus cuerpos, mientras las nubes comenzaban a derramar rocíos de agua, aguas de otra dimensión.

Al fin, envuelto de éxtasis, Chingolo deliró:

- ¡Mira Mochita! ¡Mira la luna! ¡Mírela! Con ella, ni el más oscuro nubarrón puede. ¡Está bella! ¡Mírela!

Sin duda, eran delirios, y la moza estaba tan impactada al reconocer la voz de Chingolo. Se quitó el velo y, por fin, vio al príncipe con quien siempre había soñado, el que había proferido su nombre. Claro así le decía la abuela, así le decía la gente, Mochita.

Luego se escuchó una música, un éxtasis, un ritmo de las lejanas tierras del amor. Los rostros se vistieron de risas y ternuras, se cuajaron las narices, se mezclaron las manos, cual si fueran una sola carne. Una música esencial cubrió los cuerpos y, al compás de la lluvia, se fundieron el uno en el otro y viceversa. Los deseos habían concluido, y un aura de éxtasis los empapó a los dos. La lluvia cayó a cántaros y los corazones a latir juntos. Los segundos, los minutos, las horas habían desaparecido.

La música esencial y su torrente embriagador los cubrió con sus alas. ¡Y bailaron bajo la lluvia!

La vida tiene tantas cosas hermosas. Incluso, bailar bajo la lluvia, no es otra cosa que una celebración. ‘Bailar bajo la lluvia’ significa que el hombre no sólo es matemática, ni sólo lógica. ‘Bailar bajo la lluvia’ significa que el ser humano es música, fiesta, poesía, regocijo. ¡La expresión más grata ante la existencia es celebrarla por el hecho de existir!


Ohslho