miércoles, 5 de octubre de 2011

Matrimonios Fugaces


 

Matrimonios fugaces y divorcios engorrosos son la otra cara del susodicho: ‘matrimonios para toda la vida’, en nombre del amor. El ser humano de hoy ya no es un niño como para creerse un cuento, por ejemplo, la del Príncipe Azul. El hombre actual es un poco más crecido, maduro, adulto y científico. 

Es verdad que los ‘matrimonios para toda la vida’ fueron hermosos, aunque esto lo fue y lo es desde un punto de vista más teórico que realmente; sin embargo lo que se aprobó en México es una verdadera revolución por ser un paso más a favor de la naturaleza.

Una joven me contó brevemente la siguiente anécdota: 

Erase un muchacho que preguntó a una joven:

- ¿Quieres casarte conmigo?

La muchacha contestó rotundamente:

- ¡No!

Y la joven, a partir de ese momento, vivió feliz, sin preocupaciones, sin molestias, ni nada. Vivió dándose todos los gustos, haciendo cosas con sus amigas, gastando su dinero en sus mejores vanidades, etc.

Después de contarme la anécdota, argumentó:

- El problema es que desde pequeñas NO NOS CONTABAN ESTOS CUENTOS… Y NOS JODIERON LA VIDA CON EL CUENTO ESE DEL PRÍNCIPE AZÚL….!

Matrimonios fugaces y divorcios engorrosos es más o menos un mirar hacia lo que venimos haciendo los humanos, durante muchos años, en cuestión de nuestras relaciones sexuales naturales.

Se ha querido privatizar la vida sexual a un recinto cerrado como el matrimonio que, muy bien, retraduce el siguiente epitafio: ‘Condenados al amor’. Pero muy bien sabemos que el amor es siempre fugaz por naturaleza, no es eterno pues, si no lo fuera, no tendría sentido. El amor se experimenta solo por unos momentos y luego se va, porque así lo es. Un marido que vive con la misma esposa, durante mucho tiempo, siempre acabará odiando a su consorte. ¿Por qué? Porque se debe a la naturaleza del amor. Que el amor sea para toda la vida, o eterno, es un simple mito o un hermoso cuento.

Por eso México, en cuanto a la aprobación de un matrimonio renovable, por dos años, es una verdadera revolución. Es cierto que causará estupor en mucha gente pero, así como a toda la raza humana le ha costado acostumbrarse a los ‘matrimonios para toda la vida’, así también nos costará mentalizarnos para aceptar el matrimonio por solo dos años… Quizá nos cueste menos porque, la gente de hoy, es un poco más madura de cuando el ser humano era infante y se casaba para toda la vida.

Bien por el código civil de México, cuyos legisladores debieron de observar muy bien la naturaleza humanas. Bien por ellos. Todo este fenómeno debería ser motivo de bienaventuranza y alegría para toda la raza humana. Textualmente, con respecto a ello, la propuesta madura y flexible cantaba: “la propuesta es que (el matrimonio) tenga una vigencia de dos años, y si al término de dos años la relación no es estable, la relación no es armoniosa, simplemente termina su vigencia”. Asimismo, en cuanto a los divorcios engorrosos se decía: “No se pasaría por este trámite tan tortuoso que es justamente el trámite del Divorcio”. Y esto que se propuso, fue aprobado.

Todo ello causará críticas, reacciones de distinto índole, vociferaciones, en algunos casos como en éste congratulaciones a la madurez humana, etc. Eso no importa, lo que importa es que la comprensión humana seguirá aumentando y gracias a ella nos iremos deshaciendo de las cosas superfluas que no sabíamos por qué veníamos haciendo.

Ohslho